Autopista al infierno, terrorífico humor negro

No sé vosotros, pero yo estoy muy harto. Harto de mirar la cartelera y ver películas de superhéroes, remakes y reboots. ¿Dónde está la creatividad de los grandes estudios? Parece que ya no hay inventiva en la ciudad de las estrellas. Allá por la década de los 80 y 90 había más imaginación, o por lo menos más riesgo a la hora de llevar a cabo propuestas curiosas, e incluso bizarras. Ejemplos de ello son: «Fundido a negro»(1980),«Basket case» (1982), «Brain damage» (1988), «Yo compré una moto vampiro» (1990) o «Tammy and the T-rex» (1994). En esta entrada hablaremos de otra de ellas: «Autopista al infierno» (1991).

No juzguéis su originalidad

Puede que muchos ahora queráis lincharme por nombrar estas películas que, de primeras, os pueden parecer ‘bazofias’. Pero antes de juzgar la película de esta entrada o cualquiera de los títulos anteriores tened en cuenta que:

• Primero: hay que verlas
• Segundo: son ideas originales
• Tercero: el tiempo y miles de cinéfilas y cinéfilos las han convertido en pequeñas joyas de culto.

Frescura original + humor negro = Autopista al infierno

Muchas son las razones por las que «Autopista al infierno», del director holandés Ate de Jong, es una de mis películas favoritas. Además de que el primer recuerdo que tengo de ella es el estar viéndola de niño en RTVE2, también es una película fresca, original y con mucho humor negro. Algo que echo de menos en las carteleras de los cines.

Como he dicho al inicio, los remakes y/o reboots me causan cierta saturación. Lo último que he leído es que van a hacer un remake de «El exorcista» (1973). Vale que la productora vaya a ser Blumhouse Productions pero… ¿no hay más ideas para que tengan que reversionar un clásico?

En «Autopista al infierno» nos encontramos a una pareja de enamorados, protagonizados por Chad Lowe y Kristy Swanson, que se han fugado para casarse en Las Vegas. Sí… el hermano de Rob y sí… la Buffy Summers original.

Como les están pisando los talones en su búsqueda, deciden ir por carreteras secundarias. Parece que no han aprendido que las carreteras secundarias son siempre la peor opción, y si no que se lo pregunten a la cuadrilla de “La matanza de Texas” (1974).

Es entonces cuando tras hacer caso omiso de los consejos de un curioso anciano que trabaja en un gasolinera, la chica es secuestrada por ‘un policía del infierno’. Menos mal que el de la gasolinera no es rencoroso, y equipa al protagonista (casi recién enviudado) de todo lo necesario para apañárselas en el infierno, a la vez que le informa de que solamente dispone de 24 horas para poder encontrar a su amada y traerla de vuelta.

Ben Stiller en sus comienzos

Y ahora puede que alguien en la sala levante la mano y diga que es una nueva versión del mito de Orfeo y Eurídice… vale, no puedo negarlo. Pero como he dicho antes, es una vuelta de tuerca, desenfadada y sin miedo de ‘hacer el ridículo’. Hace poco la volví a ver y pude comprobar que goza de un alto contenido de humor negro; entre otros muchos guiños sarcásticos cabe mencionar el del ‘Reservado’ en la discoteca para Imelda Marcos y Muamar el Gadafi.

Así que, amigos, si queréis ver a Ben Stiller en sus comienzos y pasar un buen rato, esta es la película indicada para tal fin.

¿Te has quedado con ganas de más título como «Autopista al infierno»?

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Autoría del artículo

-Miguel Entertainment